Día #14: La Carretera del Rey - Madaba

Hoy hemos tenido hasta frío en la habitación. La temperatura está noche ha bajado hasta los 16 grados, y es que la altura (1.500 m) se notaba. 

Tras un desayuno jordano con todos los montañeros listos para hacer sus rutas, seguimos nuestro periplo hacia Madaba dejando atrás esta zona tan bonita.

Y nos metemos de lleno en la Carretera del Rey (o Camino de los Reyes), una de las rutas con más historia de Jordania que se extiende desde Petra hasta Madaba. Esta carretera es ante todo una ruta histórica. Su primera referencia es bíblica, cuando se le vetó el paso a Moises a través de ella. Más tarde fue utilizada como ruta comercial por los nabateos. Después, los romanos la utilizaron para el paso de sus tropas hasta sus campamentos. Más tarde los cruzados la usaron para dirigirse a sus castillos. Y finalmente se convirtió en una ruta de peregrinación para cristianos (hacia el monte Nebo) y musulmanes (hacia la Meca). Así que recorrer esta carretera es casi como repasar la historia de miles de años.

Una de las paradas imprescindibles en esta ruta es el castillo de Al-Karak, probablemente el castillo más importante y famoso de Jordania. Además, para alguien al que le guste la historia y concretamente el tema de las Cruzadas, la visita a este castillo es muy especial.

La importancia, las dimensiones y la grandiosidad del mismo no han pasado inadvertidas, ya que directores de cine como Ridley Scott lo usaron como escenario de su película «El reino de los cielos». No somos mucho de castillos, pero nos ha maravillado el lugar: sus túneles, murallas, miradores, pasadizos… además, sin cruzarnos con apenas gente.

Continuamos camino. La carretera discurre por el Wadi Mujib, el Gran Cañón de. Jordania, y que en las zonas montañosas nos ha ofrecido unos paisajes espectaculares. A nosotros que nos gusta conducir, lo hemos disfrutado un montón. 

Una de las zonas que más impresiona de la carretera del Rey es la PRESA DE MUJIB y el puerto de montaña que hay que recorrer antes y después de llegar. Sin ninguna duda, en esta zona se encuentran los paisajes más impresionantes de la carretera del Rey.

Y hemos dado por finalizada la larga ruta en MADABA: la ciudad de los mosaicos. Hubo una época en que los suelos de las casas no eran de parqué ni de tarima flotante. Cuando los pies de los dueños de las casas no pisaban el gres o la moqueta. Hubo un momento en que los suelos se decoraban con cientos de miles de pequeñas teselas que daban vida a todo tipo de figuras y escenas. Jordania es la tierra de los mosaicos y Madaba su capital. En Madaba el arte mosaista sigue dando de comer a familias enteras.

Teníamos que aprovechar la tarde para ver algunas de las joyas, en forma de mosaicos bizantinos, que esconden las iglesias de esta bonita y tranquila ciudad. 

Hemos empezado por la Iglesia de San Jorge, sin ninguna duda el punto de interés más importante de Madaba. Y no por la iglesia en sí. Si no porque alberga el que es conocido como uno de los tesoros de la Cristiandad: el mosaico con la representación más antigua que se tiene del mapa de Tierra Santa. Representan valles, ríos y pueblos hasta llegar al Delta del Nilo. Este mosaico aportó gran información a historiadores y arqueólogos sobre la localización y verificación de ciudades perdidas y escenarios bíblicos.

Nos hemos acercado a ver los restos de la Iglesia de los Mártires, cuya nave muestra escenas de caza y pastorales. Los dos pasillos y los espacios intercolumnares están decorados con motivos geométricos y florales. Comentar que muchos de los mosaicos que estamos viendo están dañados por el movimiento de los iconoclastas que no permitía la representación de personas y animales.

Aquí se encuentra también el Palacio Quemado, y es que la mayoría de estos edificios fueron construidos como residencias privadas que más tarde, en la época romana se aprovecharon como templos de culto cristiano. 

Después, hemos visitado el Parque Arqueológico, una especie de museo al aire libre en el que se han ido recopilando todos los restos, mosaicos y ruinas históricas que se han ido encontrando en las excavaciones de la ciudad. Aquí estaba la antigua calzada romana. 

Apurando la hora de cierre por habernos entretenido con alguna comprita y tomando un café con cardamomo típico de esta zona…

…hemos llegado a la Iglesia de San Juan, cuyo interés reside en sus galerías subterráneas. Ya habían cerrado el acceso, pero como había una boda, no hemos podido ver nada… Lo dejaremos para mañana. 

Empezaba a anochecer y es cuando las ciudades cobran más vida. Susana ha empezado sus clases de mosaico (progresa adecuadamente)…

Y una cena ‘ligera’ para coger fuerzas: kubbeh (como el falafel, pero de cordero con canela y forma puntiaguda); ensalada de tomate (por tierras jordanas es el cultivo que más estamos viendo); queso halloumi a la parrilla (buenísimo); y un muttabal (crema de berenjenas). 

Mañana toca seguir viendo mosaicos. 

Seguiremos informando.