martes, 4 de julio de 2023

Día #17: Amman - Frontera King Hussein - Tel Aviv

Hoy tocaba día de transición para pasar la frontera de vuelta a Israel. Tuvimos muchos problemas para conseguir información fidedigna de cómo son los trámites, cómo se va de un sitio a otro, cuánto cuestan las tasas, los buses, las maletas… 

Y la realidad ha superado nuestras expectativas. Si pensáis que todo lo que contamos en el blog suena a cuento de hadas, seguid leyendo. 

Empezamos. Ayer negociamos en la Ciudadela un taxi para que nos llevara hasta la frontera. Así que nos fiamos. Le dejamos 5 dinares de ‘fianza’ y sorprendentemente hoy a las 9 estaba en la puerta del hotel. Bien. 



Nos ha llevado hasta unos 3 kilómetros de la frontera donde nos ha hecho cambiarnos de taxi. Y claro, nos han pedido más dinero. Por fin hemos llegado a la frontera, a eso de las 10 h. donde reinaba un caos que no os podéis ni imaginar. Parecía más el rastro que un paso fronterizo. 




La frontera estaba cerrada ¿en serio? Preguntando a otras personas la información cambiaba a cada rato: que si abrirían a las 12, que si a las 4, incluso han llegado a decir que a las 7...

Nos hemos arrimado a un chico palestino que hablaba un buen inglés para tratar de entender qué estaba pasando y, la verdad es que nos ha ayudado bastante a traducir lo que la policía iba diciendo a gritos.

De repente, a eso de las 11:30 han abierto la valla y hemos echado a correr como locos no la fueran a cerrar. Esta vez ha sido la definitiva, porque anteriormente hubo un intento fallido. Hemos llegado a otra zona donde otra vez tocaba esperar. Al menos estábamos a la sombra y la policía Jordana nos daba agua (bonito detalle). 




A las 12:30 aquello se ha empezado a moverse de nuevo. Nos han pasado a un control de equipajes, Susana por un lado y Roberto por otro. Nos han dado un papel, que nuestro ‘colega’ palestino nos ha dicho que no era para nosotros, así que le hemos preguntado a un policía quien nos ha sacado de allí y llevado a otro edificio donde ya sí que se parecía más a la información que llevábamos anotada. 

Pago de la tasa, entrega de pasaportes y a seguir esperando. A eso de las 13:30 nos dicen que subamos a un bus (¿y mi pasaporte, dónde está?). Vamos más occidentales y todos estamos igual. Ya en el bus, un policía nos devuelve el pasaporte (uffff) y seguimos esperando (¿a qué? ¿a qué se llene?). Sabemos que hay que ir en bus al otro lado de la frontera, que son 5 kilómetros, un bus que hay que pagar (incluso se paga por cada maleta)… 


A las 14:50 arranca el bus camino de la frontera israelí. Llegamos allí pero la cola de autobuses es considerable, así que más tiempo de espera. 

A las 16:30 llegamos al control de seguridad y pasaportes israelí. Cuando pensábamos que ya todo iría más fluido, de nuevo, el caos. Dejas las mochilas en una fila sin tener la certeza de que alguien las vaya a meter en la cinta. Y, efectivamente eso es lo que ha pasado. Que tras más de 1 hora de espera , hablando con los policías, me llevan a la entrada y una de las mochilas estaba allí tirada en el suelo. Así que la he puesto en la cinta y a seguir esperando. Tras otros 45’ por fin ya tenemos el equipaje. Ver cómo la policía israelí trata a la gente palestina… y a nosotros da mucha pena. 


A las 18:30 salimos por la puerta en busca del sherut que nos ha de llevar a Jerusalén. Ahora hay que esperar a que se llene, que si no, no sale. Algo menos de 30’ y en marcha.



Llegamos a Jerusalén tras pasar un control de pasaportes en la carretera de entrada y buscamos la parada del tranvía. Cuántos recuerdos nos vienen a la cabeza de los días que pasamos aquí. Sin embargo, no tenemos el cuerpo para alegrías. Unas cuantas paradas nos dejan en la estación central donde perdemos el tren a Tel Aviv por 1 minuto. Definitivamente hoy no es nuestro día. Es como cuando te pones en la fila equivocada del supermercado y las de alrededor corren más. Pues esa es la sensación que tenemos. 


Treinta minutos de espera, otros tantos de viaje y por fin llegamos a destino. Es noche cerrada, son las 21:45 y estamos agotados. 

Ah!, y todo esto por unos 60 € cada uno, que esta aventura no sale gratis. 

Sabíamos que nos iba a llevar tiempo el pase de la frontera y llegar a Tel Aviv, pero lo de hoy no ha sido normal. Quizás ha tenido algo que ver (o mucho) lo que está sucediendo en Yenin, un asentamiento palestino en Cjisjordania con los bombardeos israelís e incluso la incursión terrestre de tropas. Quien sabe. 

Seguiremos informando.

5 comentarios:

  1. Es más rápido volver a España y empezar de nuevo! Madre mía...

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  2. Hola chicos, vaya viajecito de regreso a Israel, que tensión. Espero que podáis disfrutar de Tel aviv, que la cosa se está poniendo calentita.
    Cuidaros.

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  3. Nos alegra saber que todo ha acabado bien. El párrafo en el que no os devolvían el pasaporte nos ha encogido un poquito ciertas partes de nuestro cuerpo...

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  4. Buff, vaya tela. ¿No hay vuelos o algo más sencillo? Ignacio C

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  5. Ahora, ya todo pasado, os parecerá una hazaña que engorda el saco de las experiencias del viaje, pero en el momento no ha tenido que ser nada agradable 😬

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