viernes, 7 de julio de 2023

Día #20: Tel Aviv

Hoy estamos muy tristes. Se acaba esta maravillosa aventura y, cómo todo final, a nadie le agrada.

Hemos dejado las mochilas preparadas en el apartamento y salido dispuestos a exprimir hasta el último momento todo lo que está vibrante ciudad tiene que ofrecer (que es mucho). 

Tras un desayuno con los mejores dulces del viaje, una mezcla de sabores israelíes y clásicos europeos, en una panadería al lado del alojamiento…

…nos hemos dirigido al popular Mercado Levinsky,  famoso por sus especias.




Aunque nosotros andábamos buscando un local en concreto. Y ya entendemos por qué nos costaba tanto dar con él . Y es que parece más una botica que un kiosco, con un aire bohemio. ¿Y qué hacen aquí? Pues un original refresco de soda, con un toque moderno debido a la frescura de las hierbas aromáticas israelíes, siropes caseros, kombucha y otros ingredientes deliciosos de su huerta, como frutas enteras y flores bien conservadas. Original y muy aromático y refrescante.



Atravesando de nuevo el Bulevar Rothschild, tan animado como ayer, nos hemos acercado a la zona más moderna de Tel Aviv, el centro de negocios y que está en continuo crecimiento como se puede apreciar por la cantidad de grúas que hay. Muchos rascacielos de oficinas, apartamentos, hoteles…




En esta zona se encuentra el Museo de Arte Moderno, edificio que merece la pena visitar, aunque solo sea por fuera, por su forma y ángulos atrevidos.



Nuestro objetivo era visitar el complejo Sarona, en su origen una colonia templaria alemana ubicada en el hoy corazón del distrito de negocios. El complejo cuenta con unas casas reformadas y unos hermosos jardines que contrastan con los enormes rascacielos que lo rodean.







Además presenta otro aliciente, el Sarona Market, una especie de Chelsea Market o Borough Market, con un diseño muy cuidado, un ambiente elegante y una oferta gastronómica por todo lo alto dónde lo difícil era elegir. Nos hemos decantado por Hacosem, comida típica israelí que estaba espectacular: un simple swarma y un falafel de lo mejor del viaje. Y para acompañar una rimonada (limonada con toque de zumo de granada). Así se acaba un viaje!!!


















Y poco a poco, de regreso al apartamento donde a las 15 h. hemos recogido el equipaje y nos hemos despedido de Tony y Lucy, que nos han regalado unos Bamba, algo así como unos Cheetos con sabor a cacahuete que no faltan en ninguna casa israelí. Nos dicen que no hemos estado en Israel si no los hemos probado. Bonito detalle el suyo. 

Bus a la estación, tren al aeropuerto…

…y primer control de seguridad. Nos preguntan que dónde hemos estado, los nombres de nuestros padres, que quien ha hecho el equipaje, que si llevamos armas… y que si nos han hecho algún regalo. Aquí, creyendo que les íbamos a sacar una sonrisa, les hemos contado lo de los bamba. ¡¡¡Error!!!  Nos dicen que tenemos que ir a un control adicional donde los pasarán por rayos X. Alucinamos!!!

Y con esto, embarcamos con 90’ de retraso destino Madrid. 

Allí hemos recuperado nuestro coche y dado por finalizado nuestro viaje por Israel y Jordania que tanto nos ha llenado. Eso sí, nuestras vacaciones continúan unos días más, que tenemos una celebración con unos grandes amigos que nos están esperando. 

3 comentarios:

  1. Impresionante experiencia. Gracias por compartir. Ignacio C

    ResponderEliminar
  2. Vaya, pues curiosamente habéis entonado el "pobre de mi" el día de San Fermin. Que os quiten lo bailado!

    ResponderEliminar
  3. Increíble el viaje!!! Muchas gracias por compartir con nosotros vuestras aventuras. Un placer leeros y veros tan felices. Hasta la próxima 😘😘

    ResponderEliminar