miércoles, 28 de junio de 2023

Día #11: Wadi Rum a Wadi Musa

Otra de las actividades que hacer en Wadi Rum es madrugar para ver el mágico amanecer. Una experiencia muy aconsejable que tampoco hemos querido perdernos. Si los atardeceres en este desierto son impresionantes, los amaneceres no se quedan atrás. Así que después de una apasionante noche disfrutando de las estrellas, lo suyo era madrugar un poco (5:30) para ver cómo el sol se abría camino entre las dunas y las formaciones rocosas. Hemos escalado una pequeña montañita cercana al campamento y esperado pacientemente a que el sol hiciera aparición. Sobran las palabras. 



De vuelta a la cama hasta el desayuno…

…y, después, con mucha pena, hemos atravesado el desierto por última vez para recoger el coche y despedirnos de Khaled y Abdhula….. y continuar camino. 



Antes de coger la ‘autopista’, nos hemos subido al tren… en una antigua estación que era utilizada por el Imperio Otomano para desplazar materiales y tropas a su paso por el desierto y que posteriormente fue destruida por Lawrence de Arabia como parte de su estrategia. Estas vías unían  Aqaba con Damasco en Siria.

En nuestra apuesta por el consumo local y KM 0, nos hemos comprado la sandía más pequeña que había (4,1 kg) en uno de los numerosos puestos que los beduinos colocan en el arcén. 

Algo más de 1 hora para llegar a WADI MUSA, una pequeña ciudad donde se concentran todos los servicios turísticos de…….. PETRA, nuestro siguiente objetivo, y uno de los must del viaje.



Un hito en nuestra historia: nos hemos subido a la piscina de la azotea a tomar el sol. Seguro que mañana hasta nos damos un chapuzón. 

Nuestro plan ha sido empezar la visita por el recién inaugurado Museo Arqueológico, un moderno recinto con restos de esculturas, cerámicas, objetos... hallados en las excavaciones de Petra, que nos ha ayudado mucho a situarnos en la historia de la capital de los nabateos y entender qué vamos a visitar en las próximas 2 jornadas.

Y como aperitivo a la visita que nos espera, nos hemos acercado a LITTLE PETRA al atardecer, una ciudad nabatea que, al igual que su hermana mayor, está también edificada en las paredes de piedra arenisca de un cañón. Se piensa que era un suburbio de Petra, dirigido a alojar a los comerciantes en tránsito en la Ruta de la Seda, algo así como una ciudad dormitorio. Parece pues que era una especie de parada y fonda de las caravanas antes de llegar a Petra. Pero también parece que albergaba las instalaciones dedicadas a registrar viajeros y mercancías. De esta forma, se controlaba el acceso a la gran ciudad y las posibles intenciones de los que iban hasta allí.

Los 7 kilómetros para llegar hasta allí nos han regalado un paisaje con formaciones rocosas locas que esconden lo que con tantas ganas tenemos de ver. 

Hemos cenado en un restaurante al lado de la carretera, donde la gente local no hacían sino parar a comprar para llevar. Y la verdad es que lo que hemos pedido estaba muy bueno. Mansaf (el plato nacional que es un guiso de cordero cocinado en una salsa de yogur seco fermentado, almendras y arroz) y kefta bel bandoora (carne acompañada con patatas y tomate frito). Y una limonada con menta espectacular. 

Y de ahí a la cama, que mañana toca otro madrugón (ya no sabemos ni cuántos llevamos!!!). 

Seguiremos informando. 

3 comentarios:

  1. Macabeos 5:25. Lo de las citas creo que a partir de este punto del viaje se empieza a acabar. Por cierto, ¡vaya caña que le estáis dando al despertador!

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  2. Hola chicos, increíble la pequeña Petra!!
    Qué tal la sandía? Ha salido buena?
    Besitos

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    Respuestas
    1. Estaba bastante buena. Un poco sosota de sabor.

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