lunes, 19 de junio de 2023

DÍA #3: El Jerusalén de los Judíos + Barrio Armenio

Hoy nos centramos en los judíos. Creemos que un poco de historia para intentar comprender lo que aquí se cuece no le hará daño a nadie.

Empezaremos diciendo que para esta religión, Jerusalén es la ciudad sagrada y el hogar ancestral y espiritual del pueblo israelí desde el s.X a.C., cuando el Rey David la convirtió en la capital de un nuevo reino de Israel unificado: el reino de los judíos.

El hijo del rey David –el mítico rey Salomón– expandió la ciudad y levantó en ella grandes y hermosas construcciones, siendo la más importante: el gran Templo de Jerusalén. 

Egipcios, filisteos, asirios… pasaron por aquí hasta que fue el turno del Imperio Babilónico que con la conquista de Jerusalén, quemaba el Primer Templo. Luego vinieron persas, griegos y el Imperio Romano, que bajo mandato de Herodes volvió a reconstruir el Templo.

A la muerte de Herodes y tras la revuelta judía del 66 d.C. la toma de la ciudad por Tito acabaría con el Segundo Templo. 

Siglos después, los árabes construyen el santuario musulmán conocido como la Cúpula de la Roca, sobre los cimientos exactos del Primer y Segundo Templo. Y ese es el punto que se disputan aún hoy las tres grandes religiones, puesto que la piedra fundacional sobre la que se asienta el edificio es, según la tradición, el lugar donde Abraham iba a sacrificar a su hijo Isaac. Y es también el lugar desde el cual Mahoma ascendió a los cielos.

Durante mucho tiempo hasta la actualidad, el Muro de las Lamentaciones es el principal lugar sagrado para los judíos, porque es la pared más cercana a la piedra fundacional a la que se les está prohibido acceder. Se trata del Muro de contención del Segundo Templo. 

¿Alguien necesita unos minutos para digerir todo esto? Nosotros llevamos ya tres días en Israel y aún estamos haciendo la digestión!!!

Bueno, al lío. Aunque ya hemos estado aquí estos días, la mejor manera de empezar el recorrido es volver al Muro. Hoy hemos llegado a tocarlo.

Nos ha llamado la atención varías cosas. De entrada que muchos hombres se cubrían con un chal blanco con rayas celestes. 


Y que además, llevaban unas cintas y cajitas en el cuerpo. Google nos ha ayudado a entender que son utilizadas durante la oración matutina. Tienen un interés simbólico: la cajita que se coloca sobre el brazo izquierdo, te recuerda actuar con el corazón ( sentimiento) y la otra en la frente te recuerda actuar con la cabeza (la razón). 

Y como originalidad el lunes es uno de los días en los que se celebra el Bar Mitzvah, una de las ceremonias más importantes en la vida de un judío. Es una celebración que marca la entrada del niño judío de 13 años en la edad adulta.


Aunque sólo 60 metros de Muro son visibles, existe una red de túneles, a las que se puede acceder, que permite llegar a las partes más bajas del muro y recorrer los 488 metros restantes, justo debajo del barrio musulmán. Y eso es lo que hemos hecho. Es una visita con mucha historia, pelin turística, pero que no deja de tener su simbolismo.

Tras visitar el Muro, nos adentramos en el BARRIO JUDÍO con mucha historia y significado. Un barrio que cobijó a la mayoría de los judíos que venían hasta Jerusalén y por eso tiene tantas sinagogas y yeshivots (centros de estudios bíblicos, de la Torá y el Talmud). Hemos visitado las CUATRO SINAGOGAS SEFARDÍES que están interconectadas y no dejan de tener su importancia histórica. 

Este barrio tiene una apariencia muy diferente al resto del Casco Histórico, con callejuelas laberínticas y un aspecto más cuidado, resultado de una gran reconstrucción. Y es que en 1948, durante la Guerra Árabe Israelí, el Barrio Judío queda totalmente destruido. 

Destaca el Cardo, un antiguo tramo de 200 metros de los tiempos romanos y bizantinos. Se trata de los restos de una ancha calle con columnas corintias que en su época fue el corazón de la ciudad romana. 


Un breve descanso para reponer fuerzas en la Plaza Hurva, junto a la sinagoga que le da nombre  

Antes de abandonar el barrio, nos hemos subido a los tejados. Tal cual. Saltando de un tejado a otro, en paz, en soledad... los tejados de la ciudad nos han regalado una imagen panorámica repleta de siluetas de lo más interesante.


Hemos hecho un paréntesis en la Jerusalén de los judíos para visitar el cercano BARRIO ARMENIO. Pero, ¿por qué hay un barrio armenio en Jerusalén? Aunque posiblemente muchos lo desconozcan, Armenia fue el primer estado en declararse cristiano en todo el mundo. Estamos en el barrio más pequeño, tranquilo y, quizás, misterioso, de todo Jerusalén, en el que las instituciones se esconden tras los altos muros de monasterios e iglesias. Gran parte de este lugar se encuentra ocupado por el Patriarcado, que además de ser la residencia del Patriarca, es la sede de la orden monástica de Santiago, con más de 2.000 viviendas. El barrio incluye también la animada Puerta de Jaffa (por la que hemos entrado ya bastantes veces) y la Torre de David.

Preparar bien un viaje es llegar a la entrada del templo más destacado de este distrito, la CATEDRAL DE SANTIAGO, en el mismo momento en el que sonaban las campanas de las 15h. Y es que está iglesia solo abre durante los oficios que tienen lugar todos los días de 15 a 15:30h. cuando todos los monjes hacen su rito con cantos de estilo gregoriano. Algunos sacerdotes llevaban un sombrero negro puntiagudo, cuya forma recuerda a la montaña de Ararat, en Armenia. 


Disfrutar de este oficio religioso admirando su decoración interior, no ha tenido precio. De los altos techos se descolgaban docenas de lámparas doradas y plateadas con aspecto de incensario. Las paredes están recubiertas por unos azulejos de indudable inspiración árabe, tanto en los colores como en la decoración. Tradicionalmente, los armenios han sido reputados ceramistas que se han encargado incluso de la confección de las placas que identifican las calles de la Ciudad Vieja. Ahí es nada. Iconos, altares, pinturas… El barroquismo es tal que hiere la capacidad de concentración del coro. 


Aunque la calle principal de este pequeño barrio es  la calle del Patriarcado, lo mejor es buscar los callejones que ejercen de “frontera” con el barrio judío. Son vías estrechas y sombreadas. Una de las más bonitas es la CALLE ARARAT, que lleva el nombre de la montaña sagrada de los armenios.


Y tras este inciso en el recorrido de hoy, retomamos la ruta judía. Podéis pensar que con lo que llevamos visto es más que suficiente para tener una visión parcial de lo que es el Jerusalén más judío. Pues aún queda otro plato fuerte. Dejamos atrás la Ciudad Vieja y en menos de 10 minutos nos adentramos en MEA SHEARIM, un barrio ultraortodoxo atrapado en el tiempo. A la entrada del barrio, un cartel nos da la ‘bienvenida’: «Los grupos que atraviesan nuestro vecindario ofenden seriamente a nuestros residentes, por favor, pare aquí».

¿Quien dijo miedo? Con el mayor de los respetos hemos recorrido la calle principal de principio a fin. Sí que varias personas nos han dicho alguna cosa (vete tú a saber el qué), pero hasta ahí. 

Mea Shearim es una calle congelada en el tiempo que ahora vivimos. Un decrépito barrio que recuerda a los guetos del s.XIX compuesto de casas bajas construidas una al lado de otra, en un estado bastante ruinoso y es que enseguida te das cuenta que no es una zona ni mucho menos adinerada.

Más allá de su forma de vestir, que tras llevar aquí unos días (encima habiendo coincidido con el sabbat), ya no nos sorprende, dejarnos compartir algunos detalles del estilo de vida de estas personas que los hace tan especiales.

  • La media es de 11 hijos por pareja, cumpliendo el mandato religioso de "creced y multiplicaros". 

  • La mujer se dedica al cuidado de la prole, y los hombres a estudiar la Torá y rezar. Entonces, ¿de qué viven? Muy sencillo. De las ayudas que reciben del gobierno por tener hijos (lo máximo que hemos visto son 8) y también de comunidades de judíos ultraortodoxos en el extranjero.
  • Se niegan a cumplir el servicio militar (una de las causas es la presencia de la mujer en el ejercito), que en Israel es obligatorio para hombres (24 meses) y para mujeres (21 meses).
  • Hombres y mujeres trabajan separados.
  • Los hombres no pueden tocar ni mirar a una mujer a los ojos, pues puede provocar pensamientos inmorales.
  • Rechazan cualquier innovación a la actualidad (tendríais que ver los móviles que llevan, parecen del pleistoceno).
  • Como reniegan de todo avance tecnológico, usan pasquines para informarse: carteles colgados en las paredes de las calles y renovados a diario que hacen la función de periódicos.


A lo largo del recorrido, hemos podido ver cómo viven y los lugares donde compran, con muchas panaderías (donde hemos parado a comprar ese pan trenzado tan típico y algún otro dulce), tiendas de artículos judaicos; librerías que sólo venden libros religiosos, huchas callejeras para los necesitados…

En un momento del recorrido había un cruce regulado por semáforos donde estábamos esperando para cruzar en cada una de las cuatro esquinas. Qué espectáculo!!! Ríete tú del paso de peatones de Shibuya en Tokio!!! Familias enteras, niñas llevando a sus hermanas pequeñas, niñas con las bolsas de los recados, hombres con todo tipo de vestimentas donde el negro era el único color… y nosotros hincándole el diente al challah. Impresionante!


En apenas 5 minutos estábamos ya en la zona comercial donde queríamos visitar MAHANE YEHUDA, un mercado parcialmente cubierto repleto de tiendas de comida, especies, dulces y un largo etcétera. Pero también pequeños pubs y cervecerías. El ambiente era muy chulo y variopinto, así que nos hemos tomado un descanso para reponer fuerzas primero y probar un plato dulce típico después. 

Y con esto poníamos punto final a otra jornada intensa, llena de emociones, vivencias y en la que hemos disfrutado con mucha tranquilidad de cada momento.  ¿Qué Jerusalén nos espera mañana? Fácil, verdad?


Seguiremos informando.

6 comentarios:

  1. Me ha impresionado mucho la crónica de esta tercera jornada. Menuda experiencia. Ignacio C.

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    1. Gracias. Verdaderamente, impacta mucho.

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  2. Hola chicos, la crónica de hoy refleja muy bien las luces y las sombras de una religión o creencia cuando queda anclada en el medievo, o casi.
    Todo lo demás, una increíble jornada.
    Por cierto, en un expositor en el mercado, son tartas enormes?
    Besitos

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  3. Edurne, lo que parecen tartas es Halva una especie de turrón/mazapán a base de semillas de sésamo (tahini), azúcar y pistachos o nueces.

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  4. Buuuuah!!! Estoy con la boca abierta!! Un papel y un boli al lado para tomar notas y poder seguiros ( 🤣🤣 que siempre he sido muy de ciencias... )
    Me está pareciendo un viaje muy, como diría, especial 😉.

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    1. Gracias Su por seguirnos. No hace falta que cojas apuntes…pero te preguntaremos a la vuelta 😏

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